por Juan Ignacio Riquelme
Leo histórico: se quedó nuevamente con el premio de France Football y sella de esta forma un 2021 dorado luego de su primera Copa America con Argentina.
Lionel Messi ganó nuevamente el Balón de Oro. La revista France Football le entregó por séptima vez el premio que distingue al mejor jugador del mundo en el 2021. Esta vez dejó en el segundo puesto a Robert Lewandowski.
Un final dorado para un año muy especial para él, después de lo que fue su salida de Barcelona para arribar en PSG, pero más que nada porque por primera vez, en esta consagración, influyó y mucho el ansiado título logrado con la Selección y la inolvidable Copa América ganada en julio a Brasil en el Maracaná.
De esta forma, se consolida como el más ganador de la historia en este rubro y alcanzó una cifra que será difícil de igualar, e incluso puede extenderse si el 10 la sigue rompiendo en los últimos años de su gran carrera.
Leo se había quedado con el galardón en 2009, 2010, 2011, 2012, 2015 y 2019. Amplió el récord que ya tenía en su poder y le sacó más ventaja a su perseguidor inmediato, Cristiano Ronaldo, quien quedó con cinco y no fue a la gala pese a estar entre los 10 mejores.
La gala se realizó en el Theatre du Châtelet de París, donde se realizó la gala y desde un comienzo el crack se llevó todas las miradas por su look a puro brillo y vestido igual que sus tres hijos Thiago, Mateo y Ciro. El Diez también estuvo acompañado por su esposa Antonela, quien también vestía de lujo para la ocasión.
Mas allá de su gran temporada a nivel individual con el Barcelona, a pesar de no haber logrado conseguir muchos títulos salvo por la obtención de la Copa del Rey, la gran diferencia de este Balón de Oro respecto de los seis anteriores que recibió, fue que lo hecho con la camiseta de la Selección Argentina tuvo más peso que nunca para esta decisión. Y él mismo lo reconoció en sus palabras al recibir el premio. Messi lideró al equipo nacional para consagrarse luego de 28 años sin títulos a nivel de selección absoluta, y el ‘10’ fue el mejor jugador y máximo anotador y asistidor del equipo.
Un momento que alegró a toda Argentina y que desató el llanto de Leo por conseguir lo que tanto había buscado y que fue esquivo durante tanto tiempo.
Sin dudas Lionel Messi cierra un año distinto. Agitado y con emociones que hasta el momento no había vivido. Desde obtener su primer título con la selección mayor, hasta tener que abandonar el club de toda su vida, mudar a la familia y comenzar de cero en una nueva ciudad y un ecosistema totalmente diferente. Pero no por eso menos feliz.
¿Habrá sido el último? Solo el tiempo lo sabrá. La realidad, es que Leo es un extraterrestre. Un animal competitivo que seguramente querrá ir por más en los últimos años de su carrera, que ojalá se extienda lo máximo posible.
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