We said in the last article that wine and food should be forever one, but not even for people is it
that simple to locate that “perfect partner”. Some bad advice from our wise ancestors tell us that
“white meat goes with white wine and red meat with red wine” is not just a little false and
simplistic, but usually unfortunate and exasperatingly basic. We have witnessed heavenly and
unforgettable alliances, such as the archetypal fusion between Foi gras and Sauterne, or any
Caviar and Sparkling and even better with a noble Champagne, Cava, Prosecco; or Norwegian
lobster, cockles, barnacles or Seafood with a good white, such as a Sauvignon Blanc or
Chardonnay surmountable only with the best kept secret of Galicia, the very special and
wonderful Alabariño; or red Gran Reserva harmonized with fillets of Deer, Pheasant or hare
with grapes, or wild boar Civet (and yes, also with a good ‘ole traditional BBQ); or a meditation
wine or Oporto Tawny, in company with a good cigar. But we have also seen great dishes
adversely affected by picking the wrong partner, completely ruining the marriage. Do avoid this
there are many sources that can guide you, but with just a simple email, I will be more than
pleased to give you a suggestion. Salud, Salute, Sacté, Cheers! Bon appétit. See you soon!!!
We will continue with our enological saga next month, suggesting partnerships with everyday
meals, including fast food, organic and slow cooked simple meals.
Español:
Matrimonio diVino
Decimos en el artículo pasado que el vino y la comida deberían ser uno y para siempre, pero tal
como a los humanos, no es sencillo ni poco importante ubicar a la pareja adecuada. Así mismo,
algunos malos consejos ya fueron desenmascarados y casi todos sabemos que la simpleza de
aquellos antiguos consejos de “carnes bancas con blancos y rojas con tintos”, no solo es un
poco falsa y demasiado simplista, sino usualmente desafortunada y exasperantemente básica.
Hemos presenciado alianzas celestiales e inolvidables, tal como la arquetípica entre Foi gras y
Sauterne, o Caviar y cualquier Espumoso y mejor con un noble Champagne, Cava, Prosecco;
o Cigalas, Berberechos, Percebes o Mariscos con un buen blanco, por ejemplo un Sauvignon
Blanc o un Chardonnay superable solo con el secreto mejor guardado de Galicia, el muy
particular y maravilloso Alabariño; o una Gran Reserva o Tinto de Guarda armonizado con
filetes de Ciervo, Faisán a las uvas o un Civet de liebre o Jabalí (sí, claro que si, también con
una buena y tradicional Barbacoa); o un vino de meditación u Oporto Tawny, aliado a un buen
puro. Pero también hemos visto grandes caldos perjudicados no por el maridaje (matrimonio),
sino por escoger a la pareja equivocada. Para esto hay muchas fuentes que pueden orientarte,
sino, solo envíame un email y será un placer regalarte alguna sugerencia. Salud y pesetas,
salute, Sacté, Cheers! Continuamos con este artículo nuestra saga enológica, sugiriendo
alianzas con la comida del día a día, incluyendo comida rápida, orgánica y comida lenta pero
sencilla.